lunes, 12 de marzo de 2012

Las gotas, el ruido implacable de los truenos, la oscuridad de la noche mostrando su poder llenan de melancolía la ciudad gris y hunden de inspiración a los artistas. Me pregunto cuantas veces se habrá sentado en momentos como estos a escribir un par de versos, si alguna vez la lluvia plasmo poesía en sus acordes. La lluvia cae como llanto de febrero y los recuerdos pesan como piedras de hielo. Y entre un éter que ambula con un tema que él nunca deseaba tocar en vivo aunque se lo pidieran, decido cambiar rápido de escena con Bajan para quemar mas rápido las horas y volver a retomar la catarsis que siento frente a una perdida irreparable. Era un 8 de febrero. Me recuerdo y mi ubicación en escena se encuentra muy dispersa entre almohadones de un hostel en el fin del mundo. Acertadamente leo poesía, esos versos de Benedetti que te hacen colgar horas y horas en la soledad mas acompañada. De fondo suena rock nacional, el de sus colegas setentosos... Un poco de Charly por aca, una pisca de Fito por alla, cuando derrepente suena el telefono y oigo una voz amiga al borde del llanto. Como no llorar si su nombre esta sellado con su poesia. Maribel quizas corte y se ponga a dormir tras tanto dolor. Yo en cambio no lo creo. Suena Cantata de Puentes Amarillos mientras miro por la ventana las montañas empapadas en nieve blanca. Malditas sean las coincidencias del destino. Los extranjeros no entienden. Por que este escaso puñado de argentinos en el fin del mundo lloran como si se tratase de algun familiar cercano? Si incluso su muerte se encuentra tan lejana... alla por las aires sucios de Buenos Aires. Aires sucios... se me revuelve el estomago al imaginar tanto sufrimiento.No entienden y como explicarlo...? Como explicarles que Spinetta es alguien cercano porque cada metáfora perfecta que disparaban sus cuerdas era, en esa busqueda irremediable de belleza casi obsesiva, un regalo al alma y no a los oidos. Como explicarles que cada palabra moldeada a su forma, entre melodías extrañas, impensables, era el arco perfecto para tocar con las manos la belleza del arte. Describía sensaciones, suavisaba estados en cataratas de imagenes... del rock que mas? y se pontenciaba con jazz, blues, folck... que mas?. Era el regalo de una mente brillante que se inspiraba en personajes como Van Gogh, Foucault, Artaud. Y como explicar la deuda... una deuda que parece impagable a pesar de que se intente financiar con centavos de llantos y llantos de tantos rostros con ojos de papel. Quizas por esa razon escriba estas palabras ahora. Son centavos que no llegan ni a los meñiques de esos momentos en que sus cuerdas me erizaban la piel tras un pensamiento absorto de sentido, muy lejos de donde se encontraba mi cuerpo. El flaco se hace camino como uno de los pilares del rock argentino que nunca se conformo con la mediocridad del típico rock star. Lo mas importante para él eran la música, el arte y la poesía... y su legado sin duda lo refleja. Desde sus inicios en Almendra demostró nunca ser estático, se transformo con el pasar del tiempo acentandose en el rock de la mas deliciosa aspereza con Pescado Rabioso, hasta la hermética lírica subrrealista y la psicodelia. Su ser quedara en belleza eterna, en el mundo de las leyendas. Su obra es su legado, en su sonido quedara vivo. Es lo que siempre dicen, es lo que lei muchas veces. Pero aun asi no me sirve saber que te fuiste Flaco, porque nunca pude ir a verte en vivo y me duele saber mi torpeza cuando era Artaud el disco que me acompaña tantas noches de lluvia como estas. Tantas noches de lluvia como aquel 8 de febrero en que las gotas caían de los ojos corridos por vientos del sur. Aunque suene melodramatico fuiste uno de esos artistas que cosecho un poco mas mi amor por el arte y yo solo pude regalarte una cancion tuya al viento sureño, espero la hayas podido escuchar. Ese dia a muchos les dolio tu definitiva ausencia y yo tengo la certeza de que hasta en el fin del mundo se te lloro.