domingo, 28 de septiembre de 2014

Me verás llegar

Quizás la suerte estuvo siempre de nuestro lado o es solo esa lucha interminable entre creer en el destino y lo que puede pasar por casualidad. No creo en las determinaciones… y las casualidades con suerte me dejan insatisfecha. De todas maneras esta la duda y cuando uno empieza a recordar esos pequeños detalles que hacen que la vida cambie bruscamente, no sabe con qué opción quedarse. (Como aquel beso distraído y lleno de alucinógenos en las costas de Uruguay…)

Serán las elecciones entoncés... Lo cierto es que mi abuela lo dijo cuando era chica y mi madre lo repitió cuando era un poco más adulta “el tren pasa una sola vez”. Me gustaría recordar en qué momentos me lo mencionaron… pero estoy segura de que fueron buenos boletos comprados los que me llevaron a esta realidad. Y justamente en este momento historico de nuestras vidas escuche esa frase como 10 veces en una semana. Decisiones... El tren esta pasando…

Un 24 primaveral de Septiembre mi compañero y yo conseguimos la VISA WnH para viajar a Nueva Zelanda.

Estoy arriba del tren, me subí con entusiasmo desmedido y apresurado.
Cuando me senté en el vagón la serenidad me invadió.
Cuando mire a los transeúntes que no viajan conmigo sentí nostalgia.
Cuando descanse el cuello me relaje y decidí dormir.
Cuando dormí… soñé.
Arranco…

Ahora estoy ahí… en ese momento que se espera hasta la llegada… soñando. Como será? Como se sentirá la arena de la costa tailandesa bajo los pies? Cómo se verán los atardeceres en la India? Que acento extraño tendrán los maorís? Que comidas nuevas probaré? Que sonrisas nuevas conoceré? Estoy imaginando las nuevas rutas, pensando en lo posible y lo imposible. Pero tranquila… la agitación me espera una vez que haya llegado. Cuando todos se bajen. Cuando las historias se vuelvan material y no solo acto de mi divertida imaginación.

La llegada está fechada  el 9 de Diciembre de este año.


Mientras soñamos… que soñar es lo único gratis en esta costosa travesía.